Amo tu locura

Sin querer te dije “te quiero” y fue sincero.
Sin querer me volví adicto a tus besos,
a tus gritos, tus caricias, tus reproches,
y a tu manera de hacer el amor.

Sin querer me olvide de querer.
Sin querer me volvió el miedo a perder,
la indiferencia, la confianza, un algo,
y una sonrisa que me deja soñar.

Juro que estoy riendo ahora, no puedo evitarlo.
¿Será que me volví un loco perdido?
Pero es que lo fácil se hace aburrido, se hace predecible.
¡La incertidumbre es fascinante! Saber que puedo perder.

Estoy riendo de nuevo, pero ahora a carcajadas.
Es que estoy seguro de lo que va a pasar,
somos tan predecibles de nuestros actos siempre.
Que sabemos que hay un obstáculo delante y tropezamos igual.

Las cartas sobre la mesa

Casualmente jugando una de las tantas partidas de loba con mi abuela, se me ocurrió  comparar la jugada con la vida misma, y comencé a descubrir varias similitudes..aquí van algunas de ellas:
El rey (K), sería como aquellos empresarios que son dueños de la mitad del país, que viven en sus countrys cerrados, con autos importados completamente polarizados hasta el espejo retrovisor. Luego le sigue su jermu, la Dama (Q) ,que solo se dedica a ir de compras con las otras Q en sus impecables 4x4 y un perrito de mierda que entra en un bolso de mano.
Los Reyes, siempre tienen juegos armados de varias cartas, es decir empresitas Multinacionales que encima tienen en su mayoría a cartas como los Tréboles y los Piques, es decir, los tienen "en negro" a todos sus empleados. " Tudo Bom, tudo legal".
 Además,  siempre tienen un As (A) bajo la manga para evadir impuestos o arreglitos con el Gobierno de turno que les facilitan solo un poco las cosas.
Los J, en cambio, los jóvenes emprendedores y humildes tienen solo algunos proyectos, las Pymes, que raramente subsisten en consecuencia de los imperios empresariales.
El Gobierno también tiene su representación en estas cartas, es esa que te guiña el ojo y te mira con una actitud de picardía. Si, es ésa, el Mono, Comodín, o si te querés hacer el que hablas otro idioma: el Joker. Ése solo le toca a algunos pocos, y les da una manito aunque no lo necesiten.
Las cartas restantes somos el pueblo. Según el poder adquisitivo irán del 10 al 1, hasta llega a haber números negativos pero el Joker trata de que no salgan a la luz, así mantenemos una "pobreza humilde???" y ocultar a los que realmente no tienen ni una casa, ni un plato, ni nombre. Es por eso que en el mazo de cartas tampoco están.
Con los pocos proyectos que se tienen en la mano, uno va alzando cartas del mazo, esperando un milagro y desechando otras que no nos sirven, es decir, de oportunidades, que muchas veces resulta ser que no debíamos tirar esa carta porque a la siguiente ronda teníamos la Loba ganada (no estamos hablando de Shakira en este caso).
Bueno, eso es todo.
Ahora voy a repartir otra partida para ver si puedo ganarle aunque sea una jugada, ya que vamos 5 a 0.

(Por Marcos Zeitune)

Como una rata

- Considere por un momento, el mundo en que vive una rata. Es un mundo hostil, claro.
Si una rata pasara por la puerta delantera ¿no la atacaría con hostilidad?
- Supongo que si.
- ¿La rata alguna vez ha hecho algo para crear esa rabia que siente hacia ellas?
- Las ratas pasan enfermedades, y muerden a la gente.
- Las ratas fueron causantes de la plaga bubónica, pero eso fue hace mucho. Dígame una enfermedad que una rata transmita que una ardilla no pueda transmitir.
Pero asumo que no tiene la misma ira hacia las ardillas ¿cierto?
- No.
- Y a excepción por la cola, hasta se parecen ¿no?
- Es un pensamiento interesante coronel.
- Sin embargo, no importa lo interesante que sea, no hará nada de diferencia a como usted se siente.
Si una rata pasara en frente de su puerta, ¿le ofrecería un poco de su deliciosa leche?
- Tal vez no. No lo pensé.
- No les gusta. No sabe por que no le gustan. Todo lo que sabe es que le son repulsivas.

Diálogo extraido de la película "Bastardos sin Gloria" (Inglorious Basterds)

Prefiero guardarlo

Tuve nauseas, y es que nadaba sobre olas.

Sentí frío, y es que el viento me chocaba la cara.

Es que si te lo dijera,

Se que nunca creerías donde estaba.

Pero aún si fuese verdad,

Me repetirías que no es cierto.

Por que de ser así,

Debería ya estar muerto.

Como por instinto

Esta mañana desperté, creí que aun estaba soñando y es que de mi espalda habían crecido dos alas tupidas de plumas. Sin tiempo a pensarlo, como por instinto, salí volando por mi ventana alejándome de casa, de mi familia, mis amigos, de mi barrio y mi ciudad.
Volé alto, luego un poco mas, y me perdí en la inmensidad del cielo por que por primera vez me sentí libre, que podía hacerme de todo lo que mis ojos veían en todo su esplendor.
Ya de noche, volví a mi ventana y ya no estaba, mi cuerpo se había ido, lo había abandonado para siempre. Comprendí que este no era mi lugar, ya me marcho.

Corre la cuerda o...

Todo tiene un punto hasta donde se puede ceder, pero llega un momento en que se zafa. Ahí es donde dejas correr la cuerda o salís por detrás arrastrándote para alcanzarla.

En una relación es blanco o negro, los grises no existen. Más bien si, existen, pero crean una atmosfera de desgano, desvaríos e insuficiencia que terminan volviéndose OSCUROS, y cada vez mas, y un poco mas.

Nunca fue fácil, nunca lo será, tampoco hay rosas, solo blancos, negros y grises. Tampoco hay verde esperanza, ni rojo pasión. Solo blancos, negros y grises.

Moraleja: Corre la cuerda, o la no tan cuerda te correrá a ti.

Vuelta de curva

Era de noche, no hacia mucho frío como de costumbre y yo transitaba por la carretera de mi destino una vez más. El camino era recto y ligero, quizá uno que otro sobresalto pero nada demasiado inquietante.

A lo lejos después de mucho andar se avecinaba una curva que desde aquí parecía poco pronunciada, pero a medida que me acercaba se cerraba cada tranco un poco mas. La tome abierta para no llamar la atención, sin embargo no lo pude evitar, me vi envuelto en un mar de curvas que ondeaban y presumían sin cesar, se encrespaban amenazantes, me desafiaban pero siempre distantes.

Luche con uñas y dientes, lo juro, pero no fue suficiente. No siempre se gana, cuando estas en las malas no hay quien te saque sino el mismo destino, será entonces noche de tragos.