Tengo esto dando vueltas por mi cabeza desde hace semanas y surgió mientras leía el último libro que compre: “El Nombre del Viento”, donde cuenta de canciones tan hermosas que pueden conquistar el corazón más frío que pueda tener una mujer o hasta hacer cantar al viento. Cada acorde parece mágico e irrepetible que casi puedo tararear la melodía en mi cabeza, pero casi… ¡quiero escucharlas!
Se que es parte de la mística de un libro, dejar volar la cabeza a través de las múltiples descripciones, pero no, protesto.
Muero por oír las cuerdas de ese laúd, esas voces a dúo, todo eso y más. Estoy seguro que a mas de uno se le cruzó por su cabeza, ¿o me equivoco?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
deja tu comentario aqui...