sábado, 9 de enero de 2010

Niño saurio

Juan, era un niño como muchos otros de su edad, le gustaba salir afuera con sus amigos, comer golosinas y jugar a la pelota. Hoy recuerda esas siestas de verano en que muchos de sus amigos salían muy temprano a mojarse al compás del carnaval, y el tenía que conformarse con escuchar los gritos desde adentro o mirar por la ventana, si no quería dormir la siesta. Pero esos momentos, no fueron en vano, Juancito tenía otra pasión, a la que dedicaba su atención desde el patio o la habitación de su casa: los dinosaurios.

¿Qué querías ser vos cuando eras chico? ¿Cuál era ese sueño que te llenaba de vida? El de Juan era ser paleontólogo. Seguro no conocía el significado de esa palabra, ni tampoco la profesión, pero anhelaba desenterrar una nueva especie y que fuese bautizada con su nombre, como había leído en mil historias: “Juancitosaurio”.

Hoy a las 9:00, Juan se recibe, pero ningún dinosaurio llevará su nombre. Escribirá historias, fantásticos versos, llenas de magia y personajes increíbles jamás descubiertos por nadie, que llevarán el nombre con que decida bautizarlos. Tendrán colmillos más grandes que los de un Tiranosaurio Rex, o serán tan veloces y astutos como un Velociraptor.

Pero ¿Dónde quedaron esos sueños de niño? Seguro enterrados en una biblioteca cubierta de polvo, que recordará siempre con cariño y recelo.

1 comentario:

  1. Quien de chico no soñaba ser astronauta? o las clásicas bombero, soldado, doctor, policia...

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